6 de noviembre de 2016

Se derrumba la defensa y el invento que costó millones

La estructura se apoya en geotubos de textil que no resistieron la acción del Paraná. Con las filtraciones se evidencia la fatiga. Son tres espigones que protegen las costas de la ciudad de Empedrado en zona de balneario y a un Hotel.

La obra de defensa ribereña de la localidad de Empedrado, que demandó más de dos años de trabajo y unos 42,5 millones de pesos de inversión (hasta donde se sabe ya que luego hubo más desembolsos), comenzó a mostrar signos de un grave deterioro que, si no se corrige rápidamente, podría poner en peligro toda la estructura, especialmente las preciadas barrancas (paisaje característico del lugar) y el edificio del hotel de Turismo, que estuvo a punto de sufrir un desmoronamiento. El problema vuelve a estar latente, debido que se pincharon los geotubos, una suerte de chorizos textiles rellenados con arena y sobre los cuales se apoyaron los espigones montados para contener el embate del agua. Al fracturarse los geotubos empezó a filtrar el agua y los espigones se están hundiendo. El Paraná ha comenzado a ganar terreno nuevamente. La obra aguantó apenas siete años, el proyecto se adjudicó a la firma Ecodyma SA en 2007 .El deterioro va por dentro de la estructura hormigonada, sucede que los “chorizos” textiles, una suerte de profilácticos de la construcción que se rellenan con agua y arena que se chupa del mismo río, se agrietaron y dejaron escapar su contenido. Consecuencia, los taludes quedaron sin resguardo y se reinició el socavamiento por la acción del Paraná. El procedimiento utilizado por Ecodyma fue una innovación, pero según parece no tuvo éxito. El Instituto Correntino del Agua y el Ambiente (Icaa) ya estaría en conocimiento de la situación, aunque todavía no dio señales al respecto. La reparación demandaría varios millones más. El ingeniero civil Rodolfo Amílcar Paladini recordó que, en su momento, la inspección del Icaa planteó, sin éxito, una advertencia a sus superiores, incluso más cerca en el tiempo hizo constar que los geotextiles habían sufrido pinchaduras. Tampoco fueron escuchados. Ahora el problema está en curso y la solución demandará más esfuerzo. El profesional de la ingeniería sostiene que se desembolsaron 60 millones de pesos para hacer la obra: “dinero desperdiciado”, señaló en diálogo con NORTE de Corrientes. “En su oportunidad aconsejé que las protecciones deberían ser ejecutadas con los típicos y probados sistemas de enrocados de piedra de destapes (primer horizonte), proveniente de canteras de la localidad de Mercedes, a fin de conformar las estructuras resistentes al agua, tanto en faldones en barrancas escarpadas como en los mismos espigones protectores a pies de talud, pero no fui escuchado y pasó lo que tenía que pasar”, explicó Paladini. Ahora los chorizos están pinchados y se nota la filtración. La defensa hace agua, lo contrario de lo que se necesita.s


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