El presidente del Banco Central (BCRA), Federico Sturzenegger, reafirmó este martes los objetivos antiinflacionarios de la política monetaria a través de la fijación de Metas de Inflación y del uso de la tasa de interés, asegurando que la economía no podrá volver a una senda de crecimiento sin derrotar el alto nivel del aumento de precios.
"Estamos convencidos de que la baja de la inflación es la clave del crecimiento de Argentina. Es un objetivo innegociable del Banco Central, porque Argentina no puede crecer sino tenemos una economía sin inflación”, aseveró el titular del BCRA al cerrar el seminario “Los desafíos de la próxima década”.
El evento, que se realizó en la sede de la Bolsa de Comercio y que fue organizado por la revista Bank Magazine, reunió a un granado auditorio del sector bancario, financiero y bursátil, que se reunió desde temprano para escuchar al presidente del Banco de la Nación Argentina, Carlos Melconian, a ejecutivos de grandes entidades y al propio Sturzenegger.
Al seguir la tónica de sus últimas intervenciones, el banquero central planteó que una vez superado el difícil escolló de levantar el “cepo cambiario” en diciembre cambiario, tarea que se completó con normativas complementarias en agosto pasado, para el BCRA “nuestro tema central es la inflación”.
En este sentido, explicó que junto al ámbito monetario y cambiario en el que se juega buena parte de la derrota de la inflación, el ente monetario tiene otras dos metas: el desarrollo del sistema financiero y la eliminación del efectivo de la economía.
Para Sturzenegger, en la misma frecuencia de lo expresado esta mañana por Melconian al referirse a los créditos hipotecarios, “no se puede esperar un aumento importante del crédito bancario en tanto los depósitos en el sector representan un pronunciado 15% del PBI frente al 90% de Chile”.
"No nos podemos inventar créditos si no tenemos los insumos”, graficó
Sturzenegger, para referirse al escaso volumen y porcentaje de depósitos bancarios con respecto a la generación de riqueza nacional.
Para el presidente del Central, el camino elegido para bajar la inflación es el de las Metas de Inflación por parte de la entidad, una vía a la que calificó como “sencilla” y al mismo tiempo “compleja”, en lugar de recurrir a la utilización del tipo de cambio como ancla, un sistema que puede estabilizar rápidamente “pero deja a la economía sin capacidad para acomodarse a los shocks externos”.
Tras mostrar que en los últimos meses se ha venido reduciendo la tasa de inflación, Sturzenegger recurrió para ejemplificarlo a la baja tasa de interés que logró pagar el Gobierno en su última emisión de deuda, "al colocar un título a 5 años al 18,2% anual”.
"Esto es un buen indicador del mercado de que el Banco Central hace bien su trabajo y confía en sus metas de inflación”, señaló. Pero, aún así, adelantó que el año próximo será necesario mantener elevadas las tasas de interés para continuar con la baja en precios.
"Es fantástico tener una curva en pesos a cinco años. Si las expectativas de inflación caen, la tasa de interés va a caer, y es un indicador de qué tan bien estoy haciendo mi trabajo. El cumplimiento de las metas es lo que sostiene el rendimiento de estos bonos", advirtió.
Sturzenegger ratificó el cumplimiento de las metas inflacionarias para el año que viene y consideró que el Banco Central en ese aspecto no retrocederá.
"De la misma manera vieron con escepticismo el 1,5% en el último trimestre. Vamos a ver qué pasa el año que viene sobre la meta del 17%", desafió.
Y anticipó que, con esto, los primeros que deberán modificar su negocio serán los bancos. "Uno de los grandes beneficiarios históricos de la inflación en la Argentina ha sido el sector financiero. Por eso ellos se quedaron con ese mundito transaccional, donde pagaban 0% por una caja de ahorro y después colocaban sus créditos a altas tasas. El spread es el banco cobrando un impuesto inflacionario. Cuando la inflación es 5% se acaba este subsidio a los bancos", concluyó.