También el proyecto hace modificaciones en las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO), al establecer la obligación de votar listas “cerradas”, lo cual fue criticado por sectores de la oposición.
El texto, con sustanciales modificaciones respecto del que ingresó a la Cámara el Poder Ejecutivo, tuvo como apoyos principales al interbloque Cambiemos y con disidencia al massismo, el peronismo disidente y el socialismo.
En tanto que el Frente para la Victoria y los representantes del Frente de Izquierda rechazaron la propuesta.
Desde el oficialismo especulaban que la propuesta recién sería tratada en el recinto después del proyecto de Presupuesto, que aún no obtuvo despacho de comisión.
La última versión del dictamen que se puso a la firma aumentó las facultades de la Cámara Nacional Electoral, que será competente también en la fiscalización del escrutinio provisorio aunque, al menos en principio, no contará con más presupuesto para ello.
La reunión fue presidida por el titular de la comisión de Asuntos Constitucionales, Pablo Tonelli (PRO), quien al inicio del debate explicó que el proyecto en tratamiento “tiene como núcleo central el cambio en el procedimiento y en el método de votación” con el objetivo de “dejar atrás la vieja y conocida boleta papel” para reemplazarla por un sistema electrónico.
A su vez, el diputado prometió que “mediante este sistema electoral el ciudadano va a contar con la garantía total y absoluta que al entrar a votar al cuarto oscuro va a poder votar por el partido de su preferencia” porque se acabará “el problema de la falta de boletas”.
Con las objeciones arrancó el salteño Alfredo Olmedo, quien tiene un bloque unipersonal y sostuvo que “el voto electrónico no es secreto, porque tiene un chip, usted lo puede leer a la distancia y entonces deja de ser secreto”, por lo cual argumentó que el sistema se dejó de usar “en los países superdesarrollados”.
Con esa posición coincidió el camporista Juan Manuel Huss (FPV-PJ), quien aseguró que “en el mundo el tema del voto electrónico viene en un claro retroceso” y advirtió que el voto electrónico como se propone “va a perfeccionar el voto cadena, que va a ser infalible”.
Julio Solanas (FPV-PJ) también marcó la posición del kirchnerismo al opinar que “este proyecto de reforma electoral no mejora en absoluto la democracia” aunque sí a su entender lo hará “el uno y uno” de la paridad de género.
Del Bloque Justicialista, Pablo Kosiner (Salta) descartó las fallas al sistema de boleta electrónica que se aplicó en Salta que relató Olmedo y estimó que las incongruencias detectadas muchas veces obedecieron al propio error del elector.
Empero, sobre la modificación a las PASO, Kosiner se opuso a “obligar a un ciudadano ir a un partido político a elegir candidatos y no poder conformar el voto como lo desee” es “un retroceso. El fortalecimiento de los partidos políticos lo tiene que hacer la sociedad, no el Estado”.
La socialista Alicia Ciciliani coincidió con el oficialismo en que “debemos dejar definitivamente atrás la boleta única, partidaria, de papel” pero alertó que “creemos que no debe haber trasmisión electrónica de datos porque hay una enorme posibilidad de fraguarlos”.