El Ministerio de Seguridad bonaerense desplazó de su cargo al jefe policial y le dio intervención al área de Asuntos Internos. Por otro lado, se abrió una investigación judicial que inició el fiscal Juan Pablo Calderón por supuesto fraude a la administración pública.
"Acá tenían que dejar cuatro lucas cada uno. Les robábamos relojes, teléfonos. Me cansé de robarle a la gente". Es la frase que se le escucha decir en un audio al comisario Gerardo Fabián Guiñazú de Pinamar. La conversación fue grabada por un subordinado y llegó a las autoridades.
El fiscal ordenó el allanamiento de la comisaría de Pinamar porque también se lo denuncia por "irregularidades administrativas", sobre todo en relación con horas extras que nunca se trabajaban y servicios adicionales que no se hacían.
En el audio, Guiñazú cuenta de sus maniobras delictivas para robarles el dinero a trabajadores de la construcción. Tras confirmar que los obreros habían cobrado sus sueldos, los detenía y los hacía subir a un micro. Entonces les inventaba una acusación, como tenencia de armas, y les robaba.
"Cuando vos bajabas a la comisaría tenías el arma de fuego, la escopeta, los pedidos de doble A (por averiguación de antecedentes) y ahí les choreabas la plata a todos", se lo escucha decir al comisario, que no sabía que lo estaban grabando.
Según la denuncia, Guiñazú también realizaba allanamientos sin órdenes judiciales y presionaba a los comerciantes del balneario
Subcomisario borracho
Un subcomisario de Villa Gesell quedo detenido, tras manejar en contra mano y disparar contra los agentes de seguridad vial.
Al ver en las cámaras de seguridad un auto Fiat Siena que circulaba en contramano, se envió a los agentes, pero en lugar de detenerse, el subcomisario se fugó, aunque finalmente fue apresado.