2 de julio de 2016

Apuesta de Carrió a Pérez Corradi

¿Por qué la prioridad de Carrió es hoy investigar primero a Aníbal Fernández o De Vido que a Cristina Kirchner? Porque “hace una fuerte apuesta” a que Ibar Pérez Corradi, acusado de ser el autor intelectual del Triple Crimen de General Rodríguez, eventualmente confiese, luego de ser extraditado, sobre una supuesta protección política que el ex jefe de Gabinete K le habría dado al tráfico de la efedrina.

En sintonía con Carrió, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, cree que Pérez Corradi “tiene mucho para decir” y cuestionó a Aníbal por haber dejado entrar, como jefe político de los fuerzas de seguridad, 47.000 kilos de efedrina que fueron reexportados al cartel de Sinaloa de México. Bullrich le garantizó la seguridad a Pérez Corradi e incluso, si la Justicia, lo acepta, podría quedar preso en Gendarmería. Hasta la DEA se habría preocupado por la seguridad de Pérez Corradi. Es que el ex prófugo enfrenta una eventual condena a cadena perpetua por el crimen de Sebastián Forza y sus dos socios, otra menor por la mafia de los medicamentos o una extradición a EE.UU. por el contrabando de oxicodona. Las dudas recaen en el hecho de que los abogados de Pérez Corradi, Carlos Broitman y el ex comisario de la Bonaerense Juan José Ribelli, tendrían posiciones distintas que explicarían las idas y venidas de su cliente, dicen en Cambiemos. Es que Ribelli, afirman, sigue tenían vínculos con la Bonaerense e hizo una donación de $ 20 mil para la campaña electoral de Aníbal F. para gobernador.

Desde hace varias semanas y preocupada por su seguridad personal, Carrió está acumulando datos y entregándoselos en partes a la jueza María Servini de Cubría sobre esos supuestos vínculos de Aníbal F., quien los niega. Al margen, del ya probado control político que el ex intendente de Quilmes ejerció sobre el Registro Nacional de Armas (RENAR), donde Martín Lanatta trabajaba como gestor extraoficial, y la pelea que dio por el manejo del registro de precursores químicos, como la efedrina, contra el ex titular de la Sedronar José Granero.

Carrió declaró, en forma reservada, ante Servini de Cubría el 18 de abril pasado que Marcelo Mallo –el prófugo ex líder de la agrupación K Hinchadas Unida– tenía la pistola Tanfoglio que se usó en el doble crimen de Unicenter del 2008, revelaron a Clarín fuentes judiciales. Es decir casi dos meses antes del escándalo. Ahora, Carrió y Bullrich polemizaron con el fiscal de Alvear, Mariano Sibuet, sobre el retraso en informar a la jueza Sandra Arroyo Salgado sobre el hallazgo de que la pistola fue usada en el asesinato de los narcos y ex paramilitares colombianos Héctor Edilson Duque Ceballos y Jorge Quintero Gartner. Pero se trata, en realidad, de un tiro por elevación contra la jefa de los fiscales bonaerenses, María del Carmen Falbo, a quien consideran que “protege” a Aníbal F. y buscan su destitución, al igual que el juez de garantías César Melazo. En la línea de supuestos obstáculos, pone a la decisión del juez de instrucción de Tigre, Diego Efraín Martínez, quien allanó “sin causa” la casa de la ex esposa de Pérez Corradi, Liliana Aurehhuliu en febrero. Para Carrió fue “una intimación” para que no se entrega tras la recaptura de la triple fuga. Entre los supuestos vínculos de Mallo, además de Rudy Ulloa, la líder del ARI puso al empresario Miguel Angel Lamparelli, quien integraría junto al barrabrava K la empresa “Que nunca nos falte”. Además, Lamparelli le habría vendido una Ferrari a Leonardo Fariña cuando manejaba la plata negra de Báez. Para Carrió, el “centro de intersección” del aumento del tráfico de drogas y de estos personajes había sido un empresario boliviano que trabajaba en Madero Center y que habría respondido a un cartel de narcotraficantes de Santa Cruz de la Sierra.


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